¡Hola pipi! Mira qué fotos más chulis he encontrado de los dos. En la primera, estamos en nuestra habitación con nuestros juguetes favoritos detrás. Eras un bebé precioso y muy bueno (no como yo que te cogí celillos y era muy traviesa) De chiquitín eras un niño muy tímido. Recuerdo que, cuando salía del cole, me esperaba la mama contigo y tú siempre te ponías detrás de sus piernas... ¡Sólo hablabas con ella! Pero todo cambió cuando empezaste a ir al cole. Te abriste y empezaste a relacionarte con más gente. Cuando pienso en nuestra infancia, la recuerdo llena de juegos cómplices. ¿Te acuerdas de lo que decíamos cuando nos metíamos debajo de la cama para jugar? Decíamos... ¡Subterráneeeeooooo!. Vivíamos en un mundo de fantasía muy imaginativo: nuestra habitación era un patio de vecinos, jugábamos con la familia canicas, vivían historias de amor las barbies con los máster del universo... Y un sinfín de juegos que siempre estarán en nuestro recuerdo. Llegó el momento de tener cada uno nuestra intimidad y, cuando hice la comunión, me cambiaron de habitación... ¡Se acabaron las noches divertidas, los juegos...! Si volviera al pasado, le diría a la mama que no nos separara porque se acabó la diversión y el estar tanto contigo. La segunda foto también es muy bonita. Es una de las tantas que tenemos de Carnaval. ¡Qué cara de buen nene tienes aunque vayas de demonio!
Hoy tocaba recordar alguna cosita de cuando eras peque... Otro día, te pongo más cositas.
¡Te quiero!
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